La comunicación y asertividad son dos prácticas que deben ir de la mano. Son esenciales para establecer límites respetando al otro y nuestras propias emociones; son importantes para comunicar las emociones y resolver conflictos.
Ambas forman parte de la responsabilidad afectiva, así como las habilidades sociales. Pero, ¿Cómo puedo tener comunicación y asertividad? ¿Qué es la comunicación y asertividad?
Aquí encontrarás respuestas a tus dudas y estrategias para fomentar y reforzar estas habilidades.

¿Qué es la comunicación?
Es el proceso mediante el cual se intercambia información, ideas, pensamientos, emociones y comportamientos entre dos o más personas.
Involucra la trasmisión de información, la recepción y procesamiento de la misma. Es importante para las relaciones interpersonales y el desarrollo psicosocial.
Es caracterizada por un intercambio, un mensaje y un contexto. Para que se produzca la comunicación es necesario que alguien emita un mensaje y alguien lo reciba.
Es importante que en la comunicación y asertividad también exista una retroalimentación de la información que se ha generado. Existen tipos de comunicación que pueden hacer que el mensaje y la interacción sean directa o indirecta.
Tipos de comunicación
La comunicación se puede clasificar según los elementos que se emplean para transmitir el mensaje. La comunicación ya asertividad es un proceso fundamental en las interacciones humanas.
La comunicación puede adoptar diferentes formas dependiendo del contexto, los participantes y los medios que sean utilizados. Sin importar el tipo de comunicación que se use, es importante entender que, se debe hacer con asertividad y respeto. Los tipos de comunicación son:
- Comunicación verbal: es una forma de comunicación exclusiva del ser humano y, por ello, es la más importante. Se divide en dos:
- comunicación oral: el intercambio de mensajes a través del habla.
- Comunicación escrita: ocurre a través del lenguaje escrito, correos electrónicos, textos o cartas.
- Comunicación no verbal: es aquella que no depende de la palabra, sino de gestos, movimientos, sonidos o imágenes. Puede ser voluntaria e involuntaria.
Sin importar cuál sea el tipo, la comunicación debe ser importante.
Si sientes que no sabes comunicar lo que sientes, que muchas veces eres hostil o borde al hacerlo. La terapia psicológica te puede enseñar estrategias de comunicación y asertividad. Aprende a desarrollar esta habilidad. Contáctanos y agenda hoy mismo una sesión.
Te puede interesar: Comunicación en pareja: la llave para una relación sana

Barreras que impiden una comunicación asertiva
Existen barreras de comunicación que pueden hacer que sea difícil llevarlo a cabo.
Estas barreras pueden ser:
- Barreras semánticas: ocurre cuando no se entiende una palabra o le dan el significado equivocado.
- Barrera fisiológica: imposibilitan recibir o emitir un mensaje, alterando cualquier sentido.
- Barreras psicológicas: están relacionadas con las emociones tanto del emisor como del receptor. Se puede deber a la ansiedad, la depresión, prejuicios o actitudes negativas.
- Barreras administrativas: se origina cuando existe una sobrecarga de información o mala planeación para emitir el mensaje.
- Barreras físicas: todas aquellas circunstancias contextuales que dificultan que fluya la comunicación. Ruido ambiental, distracciones o problemas en los medios para comunicarse.
La comunicación y asertividad son las habilidades más importantes para poder mantener relaciones interpersonales adecuadas y sanas.
¿Qué es la asertividad?
Se puede definir como una habilidad social que permite a las personas expresar sus ideas, emociones y necesidades de forma clara y respetuosa. Su principal característica es ser sincera, sin herir o perjudicar a los demás.
Cuando existe la comunicación y asertividad, se actúa desde un estado de confianza y autonomía, no desde la ansiedad, la culpa o la rabia.
La asertividad es importante porque te permite defender tus derechos y establecer límites sanos en las relaciones interpersonales. También te ayuda a resolver conflictos de manera efectiva.
Es importante entender que no es lo mismo tener una pasividad, ser agresivo y ser asertivo.
- Pasividad: cuando no expresas tus opiniones, no defiendes tus derechos o estableces límites por miedo al conflicto o desaprobación.
- Agresividad: cuando lo expresas de forma hostil e irrespetuosa, sin considerar las emociones o derechos de los demás.
- Asertividad: es él equilibrio, donde respetas tanto tus opiniones, sentimientos y pensamientos, así como el de otros.
La comunicación y asertividad, sobre todo esta última, pueden hacer que tu vida sea más funcional. Puedes lograr un equilibrio en tus relaciones interpersonales y en tus propias emociones.
Si sientes que eres agresivo para comunicarte y quieres dejar de hacerlo, puedes acudir a terapia psicológica. Mente Sana te proporciona un espacio para aprender habilidades sociales. Contáctanos y agenda una sesión hoy.

Habilidades para una buena comunicación y asertividad
La comunicación asertiva te puede ahorrar tanto problemas emocionales como conflictos interpersonales.
Aprender estrategias que te ayuden a mantener una comunicación y asertividad se podría interpretar como una habilidad social. Puede ser integrativa, te ayuda a establecer límites asertivos y respetar las emociones de otras personas.
Las habilidades que puedes integrar con la comunicación y la asertividad son las siguientes:
- Escucha activa: enseña lo importante que es escuchar con atención, sin interrumpir para poder comprender el mensaje, validando las emociones y respetando lo que se intenta decir.
- Empatía: poder ponerte en el lugar de la otra persona, comprender las emociones y la perspectiva de la situación de manera sensible y respetuosa.
- Gestión emocional: poder mantener la calma, evitando reacciones impulsivas o agresivas.
- Claridad y concisión: expresar las ideas y emociones de manera clara, directa y sencilla, evitando rodeos y posibles confusiones al momento de comunicarte.
- Honestidad y respeto: ser sincero en la comunicación y asertividad, es importante que sea tanto contigo como para los demás.
- Uso de “yo” en lugar de “tú”: expresa tus emociones y pensamientos en primera persona, evita acusaciones o suposiciones según lo que consideres. Redice la posibilidad de conflicto y mejora la comunicación.
- Saber decir “no”: él no siempre será una oración completa, recuerda donde termina tu derecho empieza el del otro. Es por eso que también debes aprender a decir “no” cuando quieras hacerlo y establecer límites.
- Negociación y compromiso: buscar soluciones que sea para las partes involucradas, mostrando flexibilidad y disposición a ceder algunos aspectos.
- Manejo de críticas: así como puedes recibirlas y diferencias lo constructivo de lo destructivo y responder de forma asertiva, también dar críticas constructivas y asertivas.
- Lenguaje corporal asertivo: mantener contacto visual, expresión facial neutra y tono de voz adecuado.
- Resolución de conflictos: ayuda a abordar desacuerdos de forma constructiva, buscando soluciones que beneficien a las partes involucradas.
Como se ha mencionado anteriormente, la comunicación y asertividad son habilidades sociales que ayudan a fomentar relaciones interpersonales sanas, ayudan al crecimiento personal y la gestión emocional.

Conclusiones
La comunicación y asertividad son importantes para las relaciones interpersonales, son habilidades que deberían practicar todos los seres humanos.
Ser asertivo se considera un estilo de comunicación funcional y sana. Ofrece amplios beneficios, confianza en uno mismo, autoestima y poder reconocer los propios sentimientos. Ayuda a mejorar la comunicación, mejora las habilidades en toma de decisiones y puede obtener satisfacción laboral.
Referencias
Asertiva, C. (n.d.). Ma Ángeles Torres Alfosea Página 1 Psicóloga Clínica.