¿Para qué sirve la hipnosis? Expectativa vs realidad

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Cuando escuchamos la palabra hipnosis, la mente a menudo se llena de imágenes de escenarios, relojes de péndulo y personas haciendo cosas extrañas bajo el control de un hipnotizador. Esta es la expectativa que el cine y la televisión han construido a lo largo de los años: la hipnosis como un truco de magia, una forma de manipulación mental o incluso una pérdida de consciencia. Sin embargo, qué tan cerca está esta fantasía de realidad, En este artículo exploraremos para qué sirve la hipnosis y su verdadero propósito, indagando sus realidades.

Para qué sirve la hipnosis

¿Qué es la hipnosis?

La hipnosis es un estado de relajación profunda o “trance”, donde la atención se enfoca intensamente y la persona se vuelve más receptiva a las sugestiones. No es estar dormido ni perder el control, sino un estado de consciencia alterado donde la mente es más abierta al cambio y al aprendizaje, lo que la convierte en una poderosa herramienta terapéutica para abordar problemas como el dolor, la ansiedad, las fobias o los hábitos no deseado.

¿Para qué sirve la hipnosis?

Sabemos que por la información aleatoria que existe sobre la hipnosis, en muchas ocasiones te habrás preguntado; para qué sirve la hipnosis, su utilidad principal radica en la hipnoterapia, donde se aplica para mejorar el bienestar físico y mental, así como para facilitar cambios de conducta deseados.

Aquí te detallamos sus principales usos y beneficios de la hipnosis:

1. Manejo y control del dolor: es muy eficaz para reducir la intensidad y la percepción del dolor en condiciones como la fibromialgia, el síndrome del intestino irritable, el dolor de espalda crónico, el dolor de cabeza (migrañas y tensionales), y el dolor asociado al cáncer. También, se utiliza para aliviar el dolor durante procedimientos médicos y dentales (como extracciones, endoscopias, biopsias), en el parto, y para el manejo del dolor post-operatorio o de quemaduras.

2. Reducción del estrés y la ansiedad: ayuda a inducir un estado de profunda relajación, lo que disminuye los niveles de estrés y ansiedad generalizados. Especialmente útil para reducir la ansiedad preoperatoria o antes de cualquier procedimiento médico. Puede ser un complemento en el tratamiento de trastornos de ansiedad, fobias específicas (miedo a volar, a las alturas, a espacios cerrados, etc.) y trastornos de pánico.

3. Cambio de hábitos y conductas: para dejar de fumar es una de las aplicaciones más conocidas, ya que ayuda a reprogramar las asociaciones mentales con el tabaco y a fortalecer la voluntad para abandonarlo. Contribuye a modificar los patrones de alimentación, reducir antojos, y fomentar hábitos saludables. Mejora la calidad del sueño y ayuda a superar el insomnio y también ayuda a romper ciclos de conductas repetitivas.

4. Potenciación del rendimiento: mejora la concentración, la visualización de éxito y la reducción de la ansiedad en deportistas. Puede ayudar a mejorar la concentración, la memoria y la motivación para el estudio. Facilita el acceso a la mente subconsciente, liberando bloqueos creativos.

5. Manejo de síntomas específicos: puede aliviar los sofocos asociados a la menopausia. Se utiliza para mitigar los efectos secundarios de tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia. Síndrome del intestino irritable (SII), ha demostrado ser una terapia eficaz para reducir los síntomas. Algunas afecciones de la piel, como parte de un tratamiento integral, puede ayudar a mejorar condiciones dermatológicas relacionadas con el estrés.

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Para qué sirve la hipnosis

La hipnosis: Expectativa vs Realidad

En la búsqueda de ¿Para qué sirve la hipnosis? Ha sido distorsionado por la cultura popular que la expectativa común dista mucho de la realidad de lo que es y cómo funciona. Aquí te presentamos una comparación clara entre ambas:

Expectativa: que la persona entre en un estado de inconsciencia total, como si estuviera dormida profundamente, y no recordará nada de lo ocurrido.

Realidad: la hipnosis no es sueño ni inconsciencia. Es un estado de atención focalizada y relajación profunda, donde la persona está plenamente consciente de lo que sucede y, en la mayoría de los casos, recordará lo dicho y experimentado.

Expectativa: que el hipnotizador posea poderes especiales o un don sobrenatural para dominar mentes.

Realidad: no hay poderes mágicos. El hipnotizador es un profesional cualificado que utiliza técnicas y lenguaje específicos para guiar a la persona a un estado de trance. Su habilidad reside en el conocimiento de la psicología humano y la comunicación efectiva.

Expectativa: que una sola sesión de hipnosis resolverá todos los problemas de forma instantánea y permanente, sin esfuerzo posterior.

Realidad: la hipnosis es una herramienta terapéutica, no una varita mágica. Si bien puede producir cambios significativos, a menudo requiere varias sesiones y el compromiso activo del individuo para integrar los cambios sugeridos en su vida diaria. Es un proceso, no un evento único.

Expectativa: que la hipnosis puede dejar a la persona enganchada en el trance, sacar información confidencial contra su voluntad o inducir psicosis.

Realidad: es un procedimiento seguro cuando es realizado por un profesional ético y capacitado. La persona puede salir del trance cuando lo desee y no se le puede obligar a revelar secretos. No hay evidencia científica de que la hipnosis provoque trastornos mentales o deje a alguien “atrapado”.

En esencia, la expectativa se nutre de la ficción y el sensacionalismo, mientras que la realidad de la hipnosis es una disciplina clínica basada en principios psicológicos y neurocientíficos, que busca potenciar los recursos internos de la persona para facilitar cambios positivos y mejorar su calidad de vida, pero con personas altamente calificadas para ello.

Conclusión

En definitiva, para qué sirve la hipnosis va mucho más allá del espectáculo que suele proyectar la cultura popular. Lejos de ser un estado de inconsciencia o de control mental, la hipnosis es una herramienta terapéutica poderosa que permite acceder a un estado natural de atención focalizada y profunda relajación. En esta condición de receptividad aumentada, la mente subconsciente se vuelve más abierta a las sugestiones positivas, facilitando el cambio y el bienestar.

Comprender para qué sirve la hipnosis nos ayuda a verla como un complemento valioso en tratamientos médicos y psicológicos. Su eficacia ha sido demostrada en el manejo del dolor, la reducción del estrés y la ansiedad, el abandono de hábitos como el tabaquismo o la mejora en el control del peso, así como en el fortalecimiento de la autoestima y el rendimiento personal. La hipnosis es un proceso colaborativo entre el individuo y el profesional capacitado, donde el verdadero poder reside en la capacidad de la mente para sanar, transformarse y evolucionar.

Referencia

Mayo clinic (2023), Hipnosis.

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No, no estarás dormido ni inconsciente. Es un estado de relajación profunda y atención muy enfocada, donde generalmente estás consciente de lo que sucede y puedes recordar la sesión. Es más como estar muy absorto en una película o un libro.
La mayoría de las personas son hipnotizables en algún grado. No tiene nada que ver con ser débil de mente; de hecho, las personas con buena capacidad de concentración e imaginación suelen ser más receptivas. Es una habilidad natural de la mente.
Funciona guiando tu mente a un estado de relajación y concentración, donde tu mente subconsciente se vuelve más receptiva a sugestiones positivas. Esto facilita cambios en pensamientos, sentimientos y comportamientos que deseas modificar.
No es una cura milagrosa. Es una herramienta terapéutica poderosa que puede ser muy efectiva, pero a menudo requiere varias sesiones y el compromiso activo de la persona. No es adecuada para todos los problemas ni para todas las personas sin el acompañamiento profesional adecuado.

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Ronysmar Rodriguez
Licenciada en Psicología clínico, con experiencia en trastornos psicoafectivos, ansiedad y terapia de pareja. Enfoque en terapia cognitivo-conductual. FPV Nro: 10.247, con mas de 9 años de experiencia. Mis habilidades van arraigadas en principios y valores positivos, contando con resolución de problemas, comunicación asertiva, compromiso y responsabilidad en tareas y metas, discernimiento e intuición con sentimientos y emociones permitiendo así trasformar e impactar de manera positiva en la vida de mis pacientes.
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