Los mecanismos de defensa se consideran procesos fundamentales en la interacción y en nosotros mimos, así como en el funcionamiento. Pueden activarse en varias experiencias de vida y no siempre están relacionados con un evento negativo o patológico.
Estos se pueden presentar para protegerse contra la angustia. Los mecanismos de defensa pueden ser tanto adaptativos como desadaptativos, pero ¿Qué son estos mecanismos? ¿Cómo darme cuenta qué se están presentando? ¿Cuáles son los beneficios?
Quédate un momento para que puedas conocer más sobre los mecanismos de defensa.

¿Qué son los mecanismos de defensa?
Se entienden como estrategias automáticas e inconscientes; su objetivo es evitar enfrentarse a emociones, pensamientos o situaciones difíciles.
En la mayoría de los casos, los mecanismos de defensa operan en situaciones de conflictos entre las demandas internas y las restricciones externas. Se pueden presentar debido a pérdidas o experiencias traumáticas.
Los mecanismos de defensa son útiles y normales. Como se ha mencionado anteriormente, no necesariamente están relacionados con eventos negativos o patológicos. Su función principal es proteger la imagen, emociones y pensamientos.
El concepto de mecanismos de defensa nace desde el psicoanálisis. Sigmund Freud explicaba que son estrategias inconscientes que se utilizan para protegerse de la ansiedad o el conflicto interno, evitando así impulsos o pensamientos inaceptables.
Por otro lado, Anna Freud los definió como los recursos inconscientes utilizados por el ego, su función es disminuir el estrés interno. La terapia psicológica puede ayudar para conocer sus propios pensamientos y al reconocer e identificar estos procesos, los pacientes mejoran la autoconciencia.
Aunque estos mecanismos son inconscientes, pueden afectar la forma en que se percibe, se piensa y se comporta una persona.
Anna Freud ordenó los mecanismos de defensa según la línea evolutiva, los cuales son:
- Regresión: se ubica entre los primeros que se utilizan.
- Proyección – introyección: cuando el ego está distanciado del mundo externo.
- Eliminación: que presume una distinción entre el ego, el yo y el superyó.
- Sublimación: necesita la formación de un superego.
Existen autores como G. Vaillant que integraron los mecanismos de defensa en cuatro niveles, como, por ejemplo:
- Defensas narcisistas-psicóticas: encontrándose en proyección, delirante y negación.
- Defensas inmaduras: en las cuales se presenta el acting out y disociación.
- Defensas neuróticas: la eliminación, desplazamiento y forma reactiva.
- Defensas maduras: humor, sublimación y altruismo.
Los mecanismos de defensa pueden ayudar a gestionar las emociones. La evitación, por ejemplo, te puede proteger, pero también te puede hacer daño.
Si quieres aprender más sobre los mecanismos de defensa o a gestionar tus emociones sin caer en la evitación, puedes acudir a terapia psicológica. En terapia aprenderás sobre cómo confrontar y gestionar las emociones. Contáctanos y agenda hoy mismo una sesión.
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Tipos de mecanismos
Estos mecanismos suelen clasificarse jerárquicamente. Ciertas teorías del psicoanálisis explican que estas defensas pueden ser menos avanzadas que otras.
Estos se pueden presentar de manera adaptativa y desadaptativos, según sea el caso en que se presente. Aquí encontrarás los tipos de mecanismos de defensas y cómo son divididos en primarias y secundarias, así como algunos ejemplos.
Mecanismos de defensa primarios:
implican poca capacidad para poder diferenciar el yo y el mundo externo. Aquí están algunos de estos mecanismos.
- Introyección: la persona asimila un objeto externo a sí misma; ejemplo es identificarse con un agresor.
- Proyección: la persona atribuye sus sentimientos o pensamientos a los demás, ejemplo: que una persona infiel acuse a su pareja de infidelidad.
- Idealización/evaluación: consiste en atribuir características positivas o negativas a uno mismo o a los demás.
- Escisión: consiste en separar los aspectos positivos y negativos de uno mismo o de los demás.
- Negación: se consigue el rechazo total de ciertas situaciones porque son demasiado dolorosas. Por ejemplo, un fumador que niega los riesgos a la salud o la muerte de un familiar.
- Identificación proyectiva: la persona proyecta sus propios sentimientos en otro, por ejemplo, los adolescentes cuando expresan que nadie le entiende, justificando así su propio comportamiento y asumiendo que los demás también son hostiles como él.
- Acting out: se trata de una expresión en la cual los conflictos internos se producen a través de acciones.
Mecanismos de defensa secundarios:
implican diversas adaptaciones a la realidad externa y se refiere a los propios límites internos. Aquí están algunos mecanismos secundarios o avanzados.
- Eliminación: se trata de un mecanismo operado por la censura del superyó, por el cual no se es consciente de los deseos o pensamientos perturbadores.
- Aislamiento afectivo: hace que las personas mantengan la cognición y las emociones separadas; por ejemplo, una persona con estrés postraumático, relata la vivencia, pero no tiene una emoción consciente o contacto con ella.
- Racionalización: consiste en recurrir a explicaciones tranquilizadoras del propio comportamiento para ocultar las verdaderas motivaciones que generan el conflicto. Por ejemplo, una persona adicta que no asume el problema y explica que es por su depresión.
- Regresión: consiste en un retorno involuntario a etapas anteriores en el desarrollo. Ejemplo: un infante donde nace su hermano y ahora se chupa el dedo o se hace pis.
- Desplazamiento: es típico en las fobias y permite trasladar un conflicto emocional a un objeto no tan amenazante.
- Formación reactiva: permite sustituir los impulsos inaceptables.
- Identificación: permite adquirir características de otra persona.
- Sublimación: permite canalizar las emociones potencialmente desadaptativas en actividades sociales.
- Humor: Freud lo consideraba uno de los más avanzados, usando el humor para expresar contenidos reprimidos.
Dentro de los mecanismos de defensa, el más usado o más común es la represión, la cual consiste en reprimir pensamientos, emociones o recuerdos demasiados dolorosos o amenazantes.
Aunque puede proteger y funcionar en un momento a largo plazo, puede tener consecuencias negativas en el bienestar emocional y mental.
Si sientes que vives reprimiendo tus emociones por lo dolorosas que son o porque no sabes gestionarlas, puedes acudir por ayuda psicológica. La terapia te enseñará a gestionar las emociones y a la regulación emocional. Contáctanos y agenda hoy mismo una sesión.
Puedes encontrar diversas teorías sobre los mecanismos de defensa, incluso son nombres distintos. Como he mencionado en otros artículos, el conocimiento es poder y la psicoeducación es importante, pero recuerda no para patologizar, sino solo para identificar.
En la terapia Gestalt, la cual se enfoca en el momento presente y la responsabilidad personal, explica que los mecanismos de defensa con interrupciones o bloqueos.

Mecanismos de defensa: ¿adaptativos o desadaptativos?
Estos mecanismos pueden ser tan protectores como perjudicar el bienestar emocional y mental.
Se debe entender que pueden ser adaptativos y desadaptativos, según sea el caso, es decir, en conflictos, el tiempo y la gestión emocional de cada persona.
- Los mecanismos adaptativos son temporales, ayudan a sobrellevar una situación. El humor, por ejemplo, puede ayudar en la tensión. Así como no causan problemas y no dañan la conexión y las relaciones interpersonales.
- Los desadaptativos duran un periodo de tiempo más largo y se vuelven un hábito, así como también conducen a conflictos y aislamiento social.
Los mecanismos de defensa adaptativos te ayudarán a encontrar un equilibrio saludable y gestionar las emociones de una manera eficaz, mientras que los mecanismos desadaptativos pueden dificultar la gestión emocional haciendo que se eviten y se oculten.
Como se ha mencionado, estos mecanismos pueden proteger o perjudicar. Estos mecanismos pueden existir en un espectro, es decir, lo adaptativo o desadaptativos va a depender de la persona, la funcionalidad, el contexto, intensidad y frecuencia con que se usen.
Si no estás seguro o segura de tus mecanismos de defensa, puedes consultar a un profesional de la salud mental. Recuerda que te pueden apoyar y brindar estrategias para reconocer y trabajar los mecanismos. Contáctanos y agenda hoy mismo una sesión.
Identificando y gestionando los mecanismos
Es importante reconocer y comprender los mecanismos en los cuales más se confían y se hacen uso. Esto te ayudará a poder gestionarlos en un futuro inmediato, la autoobservación es imperativa.
Aquí algunos pasos que podrías usar para identificar tus propios mecanismos:
- Explora los patrones comunes donde se presentan los mecanismos de defensa y cuáles, como el uso excesivo del humor en situaciones dolorosas, culpar a otros constantemente, racionalización de emociones y retraimiento emocional.
- Observa tu comportamiento y los congruentes o incongruentes que pueden ser, por ejemplo, entre lo que piensas, sientes y haces.
- Escribir un diario y autoexpresión donde escribas libremente sobre tus emociones, pensamientos y experiencias sin juzgarte. Te ayudará a reconocer también las emociones.
- Busca retroalimentación, esta te ayudará a desafiar y poder cuestionarte el cómo actúa desde la percepción externa, sin juzgar.
Estas pueden ser algunas estrategias que puedes ir practicando y que no requieren de tantos pasos, pero sí de compromiso y de disposición a incomodarse antes las emociones que constantemente se reprimen.
También puedes tomar en consideración las siguientes estrategias.
- Autoconocimiento: fomentar la introspección y la reflexión sobre las conductas, nuevamente no desde la racionalización.
- Validación emocional: aprende a reconocer y aceptar tus propias emociones, incluso las incómodas.
- Desarrollo de otros mecanismos: fomenta la asertividad, la resiliencia y la búsqueda de soluciones directas y eficaces.
- Terapia psicológica: puede ser un espacio seguro que te permita desarrollar estas habilidades y trabajar los mecanismos más profundos.

Conclusiones
Es importante entender que los mecanismos de defensa no son lo mismo que las estrategias de afrontamiento.
Como se ha mencionado, los mecanismos de defensa pueden ser muy útiles y de gran ayuda para poder gestionar las emociones, pero no deben ser usadas constantemente y con todos los contextos. Aunque se habla que ellos se presentan de manera involuntaria y sin darse cuenta.
Puedes aplicar estrategias que te ayuden a gestionar mejor las emociones.
Referencias