La persona que miente mucho también es conocida como mitómana. Se caracteriza por un comportamiento compulsivo a mentir de forma sistémica y sin necesidad aparente. Esta situación puede afectar a personas de todo el mundo y genera consecuencias muy desagradables.
Una persona que miente mucho se puede manifestar de diversas formas, desde la omisión de información, hasta la creación de historias completamente falsas. Como se ha mencionado, este acto puede tener consecuencias negativas tanto para quien miente como para el entorno.
En este artículo trataremos de comprender por qué la persona miente mucho, cómo identificar si está siendo un trastorno como la mitomanía y las intervenciones adecuadas que pueden ser utilizadas.
Quédate un momento.

¿Qué es la mentira?
La mentira es una declaración o acción que no se corresponde con la verdad; la intención es de engañar o de confundir a otros. Una cierta oración se puede interpretar como una mentira.
También se entiende por mentira el acto de la simulación o fingir. Para mentir no se necesita decir una palabra. Su objetivo principal es inducir a otra persona una creencia falsa. Detrás de una persona que miente mucho puede existir una intencionalidad, de engañar, de ocultar la verdad o de manipular la percepción de la realidad, aunque en ocasiones puede ser un problema de control de impulsos.
Es importante destacar que existen varios tipos de mentiras, que pueden ser clasificadas según su intención y efecto, es necesario saber cuáles son los tipos para lograr identificarlas si están delante de una persona que miente mucho, ya que esto ayudara tanto a quien están engañando como a quien dice la mentira.
- Mentiras piadosas: son similares a las mentiras blancas, pero con un enfoque más específico en proteger los sentimientos de otra persona.
- Mentiras intencionadas: estas mentiras se dicen con un propósito en específico, como obtener un beneficio propio, evitar problemas o proteger a alguien de consecuencias negativas.
- Mentiras patológicas: también conocidas como mitomanía, son mentiras compulsivas, se dicen de forma repetida, incluso cuando no hay razón aparente.
- Mentiras por omisión: se producen para no revelar una información relevante.
La persona que miente mucho lo puede hacer por diversas razones, no es inherentemente “malo”, es un comportamiento complejo que se puede presentar por múltiples motivaciones. Aunque para algunas personas, según sus bases morales, puede considerar cualquier tipo de mentira algo totalmente malo.
En ocasiones la persona que miente mucho lo puede hacer por protegerse, puede tener una función adaptativa o también para manejar situaciones difíciles.
Si sientes que eres una persona que miente mucho y quieres detenerlo, pero no sabes cómo, puedes acudir por ayuda psicológica. En terapia se te ayuda a comprender el comportamiento y modificarlos. Contáctanos y agenda ya mismo una sesión.
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Motivos de la mentira crónica
Esta puede deberse a múltiples razones psicológicas y en ocasiones está relacionado con trastornos de personalidad. La persona que miente mucho o que es mitómana puede buscar atención, validar su autoestima, evitar consecuencias negativas o incluso su intención sea manipular a otros.
En algunos casos y según la persona, la mentira se puede convertir en un mecanismo de defensa o un hábito, incluso la persona que miente mucho puede llegar a creer sus propias mentiras.
Aquí algunos de los motivos por los cuales una persona miente mucho
Miedo y evitación
- Miedo al castigo o las consecuencias: es el motivo más común.
- Miedo al rechazo o al abandono: temor de no ser aceptado si se reconoce la verdad.
- Miedo a la confrontación y el conflicto.
Protección de la autoestima
- Vergüenza o culpa.
- Necesidad de aprobación o admiración.
- Mantener una fachada o manejo de imagen.
Búsqueda de beneficios
- Obtener algo, poder, dinero o atención que no logra conseguir de otra forma.
- Manipulación para lograr objetivos personales.
Problemas psicológicos subyacentes
- Baja autoestima.
- Ansiedad social.
Trastornos de personalidad
- Trastorno narcisista de la personalidad: miente para aumentar su ego y mantener la grandiosidad.
- Trastorno antisocial de la personalidad: desvalorizar los derechos de otros, engaño y manipulación sin remordimientos.
Trastorno límite de la personalidad: se presentan mentiras impulsivas, a menudo en el contexto de relaciones inestables o para evitar el abandono.
Aunque la mentira está vista como algo completamente negativo, como se ha mencionado en ocasiones, puede tener una función en la persona. La persona que miente mucho no siempre se da cuenta de su comportamiento, en ocasiones sí puede suceder, pero no sabe cómo detenerse.
Si sientes que mentir te está ocasionando problemas en tus relaciones, en el área académica y laboral y quiere modificarlo, puedes acudir a terapia psicológica. En este espacio se te brindarán estrategias que te ayudarán a establecer límites contigo mismo. Contáctanos y agenda una sesión totalmente gratis.

Mitomanía
Se trata de una persona que miente mucho, incluso sin ningún tipo de razón aparente. No se habla de mentiras pequeñas o blancas, como cuando una persona se comió algo y no lo acepta. Se trata de mentiras complicadas y quien las dice lo hace para sentirse especial o importante.
La mitomanía también es conocida como pseudología fantástica y consiste en una conducta repetitiva del acto de mentir. Según la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), explica que la mitomanía es una tendencia a elaborar, exagerar y decir mentiras, incluidas experiencias imaginadas que implican el autoengaño.
La mitomanía no se considera un trastorno en el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM), pero sí se considera una característica de trastornos subyacentes, como los trastornos de la personalidad.
Síntomas de una persona que miente mucho
La persona que miente mucho se caracteriza por la compulsión a mentir de forma persistente y como se ha mencionado sin razón aparente o beneficio inmediato. Los síntomas que se pueden presentar son los siguientes:
- Mentiras frecuentes y compulsivas: una tendencia a mentir de manera recurrente, incluso sobre temas triviales.
- Dificultad para controlar el impulso de mentir: experimentan una dificultad significativa para resistir la necesidad de mentir.
- Mentiras que se agravan con el tiempo: las historias inventadas tienden a volverse más elaboradas.
- Necesidad de admiración: a menudo son utilizadas para atraer la atención, obtener admiración o evitar situaciones embarazosas.
- Búsqueda de validación y baja autoestima: esta puede estar vinculada a la baja autoestima y una necesidad constante de validación.
- Ansiedad: la persona que miente mucho puede presentar ansiedad o estrés, especialmente cuando las mentiras se descubren.
- Dificultad en las relaciones interpersonales: existe una falta de confianza debido a las mentiras ya que puede afectar negativamente las relaciones personales y profesionales.
- Dificultad para diferenciar la realidad de la fantasía: en algunos casos, la línea entre la verdad y la fantasía puede difuminarse, lo que dificulta aún más el control de la mentira.
- Comportamientos de evasión: la persona que miente mucho puede tender a evitar situaciones en las que se puedan exponer sus mentiras.
Es importante destacar que la mitomanía o la persona que miente mucho no es lo mismo que una simple mentira ocasional. Es un patrón de comportamiento persistente que puede requerir de ayuda profesional.
Si sospechas que tú o alguien que conoces puede estar experimentando esta situación, puedes buscar orientación de un profesional de la salud mental.

Estrategias para manejar la situación
Es importante contar con estrategias tanto si eres una persona que miente mucho como para un entorno en el que se está presentando esta situación.
Aquí están algunas estrategias que pueden ayudar a manejar la situación.
Si eres una persona que miente mucho, puedes hacer lo siguiente:
- Autoconciencia: identificar cuando, por qué y bajo qué circunstancias mientes.
- Desarrollar habilidades de afrontamiento: aprender a gestionar la ansiedad, el miedo al juicio y la vergüenza sin necesidad de recurrir a la mentira.
- Practicar la honestidad gradual: empezar con pequeñas verdades en situaciones seguras y sin prejuicios.
- Buscar apoyo profesional: la terapia es fundamental para abordar las causas subyacentes y desarrollar otras estrategias.
Si vives con una persona que miente mucho, se puede intentar lo siguiente:
- Establecer límites asertivos: comunicar que la mentira es inaceptable y cuáles pueden ser las consecuencias y que no sean amenazas vacías.
- Validar tus sentimientos: es normal sentirse herido, enojado o confundido.
- Reducir la dependencia: no depender de las opiniones o palabras del mentiroso para tomar decisiones.
- Comunicación efectiva: comunicar cómo te sientes con la mentira y no etiquetar de mentiroso o manipulador.
- Evitar confrontaciones emocionales.
- Cuestionar las mentiras: en lugar de acusar, hacer preguntas asertivas que puedan revelar las intenciones en las que no se dan cuenta.
- No reforzar la mentira: es importante no recompensar el engaño.
Como se ha mencionado, se puede buscar ayuda profesional, bien sea terapia individual, terapia de pareja o familiar, cuando el contexto está siendo mayor.
Conclusiones
Desarrollar la honestidad como un hábito tiene que ser vital, en ocasiones las personas que mienten no nacen haciéndolo. Si bien es cierto que se puede presentar como criterios o características de un trastorno subyacente, en ocasiones se presenta por un aprendizaje vicario.
En ocasiones las personas no se dan cuenta de este comportamiento. Como se ha mencionado, puede ocurrir que las personas se crean las propias mentiras debido a la fantasía que se han podido recrear en su mente.
Es importante que cuando ocurran estas situaciones tengan un sistema de apoyo, ya que esto le ayudará a que el comportamiento repetitivo de mentir pueda disminuir, siempre sin prejuicios o castigos. Tampoco se recompensa el engaño.
Referencias
Colaboradores de Wikipedia (2005, September 23). Mentira Wikipedia.org; Wikimedia Foundation, Inc.