Los motivos de consulta pueden ser múltiples y cada uno de ellos es válido y representan un proceso. La terapia es un componente fundamental en el campo del bienestar mental y emocional y este ofrece un espacio seguro y estructurado que puede llegar a abordar distintos motivos de consulta según sea la capacitación del profesional.
Los motivos de consulta pueden ser desde una toma de decisión, una ruptura hasta episodios ansiosos o depresivos. En este artículo explicaremos los motivos más comunes, como saber si necesito asistir y cuáles podrían ser los pasos. Quédate un momento

Desmitificando la consulta psicológica
La terapia es un paso hacia el autocuidado emocional y el crecimiento personal, no es solo para “locos” o “problemas graves”. Existen un gran estigma alrededor de la terapia, a pesar de que en la actualidad se intenta visibilizarla. La terapia es tan importante como ir al médico por una revisión rutinaria.
La terapia puede ser para cualquier persona, es útil para manejar el estrés diario, tomar decisiones difíciles, mejorar relaciones o simplemente para crecimiento personal. Como se ha mencionado, no es solo para problemas graves, no solo se centra en tratar trastornos mentales, sino que también es efectiva para abordar preocupaciones cotidianas.
Los motivos de consulta te pueden ayudar a conseguir un psicólogo que se adapte a las necesidades, la terapia es un proceso adaptativo y personalizado, en la primera toma de contacto se abordan los motivos de consulta, la historia de vida y las preocupaciones que se estén presentando, aunque el objetivo es establecer una relación de comprensión mutua.
La terapia es inclusiva y no solo se centra en un grupo, aunque los psicólogos puedan solamente atender a niños o adultos. La terapia en líneas generales aborda desde la infancia, hasta la adultez, sin importar género, etnia o posición política o religiosa.
Esta te brinda beneficios a largo plazo. La terapia no trata de resolver problemas inmediatos, sino que lleva un crecimiento personal sostenido. Las personas a menudo adquieren nuevas habilidades y perspectiva que perduran más allá de la duración del tratamiento.
Como se ha hecho mención, la terapia va más allá de unos motivos de consulta o de resolver problemas. La consulta psicológica puede ser una herramienta para prevenir crisis futuras y potenciar el desarrollo personal.
Si sientes que aún no sabes por dónde empezar para tomar terapia por miedo, estigma o desconocimiento, Mente Sana te ofrece un espacio seguro y confidencial. Desde la primera toma de contacto, se orientará con base en tus dudas. Contáctanos y da el primer paso, agenda una sesión.
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Motivos de consulta más comunes
Comprender los motivos de consulta psicológica es fundamental porque podrá abordar las necesidades emocionales y mentales de las personas. Como se ha mencionado, estos motivos pueden variar desde la ansiedad hasta problemas en las relaciones; estas pueden ser razones específicas por las que alguien puede buscar ayuda profesional.
Identificar los motivos de consulta es el primer paso hacia un tratamiento efectivo, no solo aborda los síntomas, sino que trata y permite comprender las causas que los están generando. Es importante comprender que, en muchos motivos de consulta, aunque se comprenda la causa, no implica que automáticamente exista un cambio. Es importante tener una disposición al cambio, en el caso del consultante.
Aquí desglosaremos alguno de los motivos de consulta que puedan presentarse:
Problemas emocionales
- Ansiedad: estrés constante, preocupación excesiva, ataques de pánico, fobias e insomnio por ansiedad son algunos de los motivos respecto a la ansiedad que se pueden presentar.
- Depresión: se puede presentar como tristeza persistente, pérdida de interés, falta de energía, cambios en el apetito o en el sueño y sentimientos de desesperanza.
- Manejo de la ira: manifestándose como dificultad para controlar el enojo, explosiones de rabia y resentimiento, así como irritabilidad constante y conductas irascibles.
- Baja autoestima: sentimientos de inferioridad, inseguridad, autocrítica excesiva y dificultad para valorarse. También se puede presentar como una insatisfacción a la imagen propia.
- Duelo y pérdidas: manejo del dolor por el fallecimiento de un ser querido, rupturas amorosas, pérdida de empleo o cualquier otra pérdida significativa.
Problemas en las relaciones interpersonales
- Conflictos de pareja: problemas en la comunicación, celos, infidelidad, discusiones frecuentes, así como también insatisfacción en la relación.
- Dificultades familiares: conflictos con los padres, hijos, hermanos o problemas en la crianza. También se puede presentar una comunicación familiar disfuncional.
- Relaciones interpersonales: dificultad para establecer o mantener amistades, timidez constante, así como también problemas de asertividad.
Manejo de estrés y situaciones vitales
- Estrés laboral o académico: presentándose como burnout, presión constante, dificultad de adaptación o bajo rendimiento en general.
- Cambios de vida: adaptación en nuevas etapas como el matrimonio, la paternidad, la migración o jubilación y la crisis de la edad.
- Toma de decisiones: necesidad de claridad para decisiones importantes a nivel profesional, académico o personal.
Traumas y experiencias difíciles
- Eventos traumáticos: pueden ser accidentes, violencia en relaciones, familias o abusos.
- Superación de experiencias pasadas que siguen afectando el presente, como el estrés postraumático.
Desarrollo personal
- Autoconocimiento.
- Deseo de entender a sí mismo.
- Explorar propósitos de vida.
- Mejorar la inteligencia emocional.
- Desarrolla habilidades de afrontamiento y resiliencia.
Estos son solo algunos motivos de consulta por los que pueden buscar ayuda profesional.
Si te sientes identificado con alguno de estos motivos, no dudes en buscar ayuda profesional. Contáctanos y agenda hoy mismo una sesión.

Señales de que podrías necesitar ayuda psicológica
La terapia siempre debe ser voluntaria, cuando se asiste lo ideal es no sentirse obligado o coaccionado por situaciones externas, pero en muchos casos se tiene el pensamiento o la consideración de que no se necesita ayuda o que ir es asumir tener un problema mental cuando no es así, esto es debido al estigma que se presenta.
Algunas personas se pueden “acomodar” en el malestar o minimizar lo que están pasando. Es por ello que es importante reconocer las señales. Aquí hay algunos ejemplos.
- Malestar persistente: cuando la tristeza, la ansiedad o la ira duran semanas o menos y sientes que no mejoran.
- Dificultad para funcionar: si los problemas emocionales están afectando áreas vitales como el trabajo, estudios, relaciones interpersonales o actividades diarias.
- Síntomas físicos: dolores de cabeza, malestar gastrointestinal, fatiga y tensión muscular sin causa médica aparente.
- Comportamientos autodestructivos: consumo excesivo de alcohol o drogas, problemas de alimentación y pensamientos suicidas. Este último punto es vital que se busque ayuda profesional cuanto antes.
- Sentirse abrumado: cuando los problemas parecen demasiado grandes como para manejarlos solo.
Como se ha mencionado, la terapia es voluntaria, así como la búsqueda de ayuda, pero la ayuda psicológica no estará de más.

Conclusiones
Los motivos de consulta siempre son bajo la percepción del consultante, según lo que considere pueda ser una problemática. Aunque los motivos puedan ser distintos, no implican que uno sea
menos importante que el otro. Sea cual sea los motivos de consulta por los que busques ayuda o incluso asistas a terapia, todos son válidos y para cada motivo puede existir una terapia basada en la evidencia que te ayude a conseguir resultados positivos para tu bienestar mental y emocional.
La decisión de iniciar un proceso terapéutico es significativa hacia el bienestar mental. Al reconocer los síntomas y los motivos de consulta, es vital actuar con rapidez.
Referencias