
El método Pomodoro es una forma de estudio y productividad desarrollada por Francesco Cirillo en los años 80. Esta estrategia se basa en dividir el tiempo de trabajo en intervalos de 25 minutos, llamados «pomodoros», seguidos de breves descansos.
Hoy en día, el método Pomodoro ha demostrado ser una herramienta efectiva para mejorar la concentración, reducir la procrastinación y optimizar el tiempo de estudio.
¿En qué consiste el método Pomodoro?
El método Pomodoro, también llamado enfocado-difuso, hace referencia a un sistema estructurado con pasos definidos para gestionar el tiempo. Es una estrategia aplicable en cualquier situación, como tareas, estudio, limpieza de la casa y por supuesto, desarrollo de hábitos. (Gobbo & Vaccari, 2008).
Consiste en dividir el tiempo en intervalos de 25 minutos (pomodoros) con descansos de 5 minutos. Después de completar 4 intervalos, se descansa de 15 a 30 minutos.
Los descansos regulares permiten mejorar la agilidad mental y evitar distracciones de cualquier actividad durante largos períodos de tiempo.
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Estructura del método Pomodoro
- Selección de tarea o tareas específicas y recompensas: Planificar la cantidad de metas que se desean alcanzar. Al finalizar las tareas, se debe tener claro qué recompensa se obtendrá.
- Preparación del ambiente: Un sitio que permita la concentración, con luz apropiada, sin distracciones ni sonidos más que música relajante que impulse el aprendizaje (de ser necesario). Se recomienda un aroma agradable o sin aroma, y que el lugar ofrezca todos los materiales necesarios para el estudio.
- Programa un temporizador de 25 minutos (1 pomodoro): Se debe respetar el tiempo de estudio y se puede programar la alarma en el minuto 23, con el fin de desenfocarse sin cortes, es decir, terminar el párrafo y ver las láminas con más detenimiento, para parar completamente en el minuto 25.
- Concentrarse en el trabajo: Trabaja intensamente con toda la atención en la tarea, sin interrupciones hasta que suene la alarma. En caso que la tarea se termine antes, se realizan actividades de reflexión sobre lo aprendido, un resumen o un “punteo mental” de los conceptos más importantes.
- Descanso de 5 minutos: El descanso debe ser fuera del lugar de estudio, permitiendo renovar la energía y que el cerebro trabaje con la información captada. Cabe recalcar que el enfoque se basa en entender, no memorizar. De esta forma el aprendizaje se consolida en la memoria a largo plazo.
- Repetición del ciclo cuatro veces.
- Pausa larga: Tras cuatro pomodoros, se realiza una pausa más larga de 15 a 30 minutos, o incluso hasta 60 minutos si la tarea ha sido muy intensa. Preferentemente al aire libre o en otro lugar al del estudio. (Arriagada, 2024).
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Método Pomodoro y tiempos de estudio

Investigaciones neurocientíficas han demostrado que trabajar en intervalos controlados mejora el rendimiento cognitivo. El cerebro responde favorablemente a los descansos cortos, permitiendo consolidar mejor la información aprendida y reduciendo la sobrecarga mental.
Asimismo, los resultados mostraron una mayor sensación de control sobre los horarios, mejor planificación de tareas y una disminución significativa del estrés académico.
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Beneficios psicológicos
Desde el punto de vista psicológico, esta técnica promueve:
- Aprendizaje significativo: Con aprendizaje significativo, se elimina la memorización de contenidos irrelevantes y se forma sentido.
- Mejores resultados: Facilita la resolución de conflictos y mejora la eficiencia al realizar tareas simples o complejas.
- Autodisciplina: El uso constante de temporizadores fomenta la conciencia del tiempo y la autorregulación.
- Reducción de la ansiedad: Dividir grandes tareas en bloques manejables reduce la percepción de carga y estrés.
- Mayor motivación: Los descansos frecuentes actúan como refuerzo positivo, favoreciendo la adherencia al estudio y aprovechando el tiempo libre.
- Fortalecimiento de hábitos: Favorece el desarrollo de hábitos saludables, principalmente en gestión del tiempo y organización del trabajo.
Asimismo, el uso del método Pomodoro se alinea con los principios de la psicología del aprendizaje autorregulado, que, según Zimmerman (2002), destaca la importancia de establecer metas, monitorizar el rendimiento y adaptar estrategias según el progreso.
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Conclusiones
El método Pomodoro es un sistema estructurado con pasos definidos para gestionar el tiempo. Debido a su estructura simple, adaptable y basada en intervalos, hace que sea accesible para todo tipo de estudiantes.
De igual manera, es posible incorporar el método Pomodoro a las rutinas, puesto que puede facilitar el estudio de manera más inteligente, el desarrollo de hábitos y la gestión del tiempo, reduciendo las posibilidades de estrés y mejorando la motivación y el aprendizaje significativo.
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Referencias
González, A., & García, M. (2019). Técnicas de estudio y rendimiento académico en estudiantes universitarios. Revista Electrónica de Psicología Educativa, 15(2), 85-97.
IONOS Startup Guide. (n.d.). Técnica Pomodoro: aumenta la concentración y eficiencia.