
La OMS (Organización Mundial de la Salud) define familia como el conjunto de personas que conviven bajo el mismo techo, organizadas en roles con vínculos consanguíneos o no, un modo de existencia económico y social común, y sentimientos afectivos que los unen. Existen diversos tipos o tipologías de familia, las cuales han evolucionado con el tiempo, reflejando cambios sociales, culturales y económicos en la diversidad de relaciones y estructuras.
Importancia de la familia
La familia desempeña un papel fundamental en el desarrollo de los niños y los jóvenes porque actúa como el primer y más influyente entorno de socialización, afecto y aprendizaje, cubriendo una serie de necesidades básicas. Con ello abre paso:
- Vínculo afectivo: Apego seguro como base sólida para el desarrollo emocional y psicológico.
- Formación de valores y normas: Los niños aprenden valores, normas sociales y comportamientos a través de la observación e imitación de sus figuras familiares.
- Apoyo emocional y contención: Ofrece un espacio seguro de expresión para recibir orientación y sentirse comprendidos. Esto fortalece su capacidad de afrontamiento y la resiliencia.
- Desarrollo cognitivo y educativo: El ambiente y la estimulación influyen el rendimiento académico, pensamiento crítico y desarrollo intelectual.
- Modelo de comportamiento: Los miembros de la familia son modelos de conducta, los cuales moldean la personalidad y el comportamiento.
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Tipologías de familia más comunes

El concepto de familia ha cambiado para incluir diversas tipologías de familia, las cuales responden a nuevas realidades y a la búsqueda de vínculos afectivos. A continuación, exponemos los tipos de familia más comunes:
- Familia nuclear: Referente a la estructura básica. Compuesta por dos personas (madre y padre) e hijos.
- Nuclear biparental: Presencia activa de ambos progenitores.
- Nuclear monoparental: Un progenitor asume la responsabilidad de la crianza.
- Nuclear sin hijos: Pareja.
- Familia ampliada o extensa: Progenitores con o sin hijos y otros parientes, por ejemplo, abuelos, tíos, primos, sobrinos, entre otros.
- Familia ensamblada, reconstituida o binuclear: Persona con hijos, que vive con otra persona con o sin hijos.
- Compuesta: Una persona o pareja, con o sin hijos, con o sin otros parientes, y otros no parientes.
- Sin núcleo: No existe una relación de pareja o progenitores e hijos, pero sí otras relaciones de parentesco, como dos hermanas(os), abuela(o) y sus nietas(os), tíos(a) y sobrinas(os) etc.
- Familia de acogida: Con certificación de la autoridad para cuidar y proteger a niñas, niños y adolescentes privados de cuidados parentales, por tiempo limitado.
- Familia adoptiva: Padres que adoptan a un niño y desempeñan el rol como educadores, equivalente al de los padres biológicos en todos los aspectos.
- Familia de origen: Progenitores, tutores o persona que detente la guarda y custodia de niño con parentesco ascendente hasta segundo grado (abuelos).
- Homoparental: Progenitores del mismo sexo con hijos.
- Familia transnacional: Donde los miembros están distribuidos en diferentes países, pero mantienen vínculos familiares estrechos a través de la tecnología.
- Familia elegida o sociedades de convivencia: Dos personas de igual o distinto sexo que establecen un hogar común con voluntad de permanencia y ayuda mutua (con o sin hijos, hijas).
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Familias funcionales y disfuncionales
Estas tipologías de familia representan dos extremos en la forma en que un sistema familiar puede influir en el desarrollo de sus miembros, especialmente en niños y adolescentes.
Una familia funcional es aquella que cumple adecuadamente con sus funciones básicas: brindar afecto, protección, educación, límites claros y apoyo emocional. En este tipo de familia se favorece un ambiente saludable para el crecimiento físico, psicológico y social de sus integrantes. Se caracteriza por manejarse con:
- Comunicación abierta y respetuosa
- Límites claros y consistentes
- Afecto y validación emocional
- Apoyo mutuo
- Resolución saludable de conflictos
- Fomento de la autonomía
Por el contrario, una familia disfuncional no logra satisfacer las necesidades emocionales, educativas o sociales de sus miembros. Esto genera un ambiente de inseguridad, tensiones o negligencia, y puede presentarse en cualquier tipología de familia. Sus características incluyen:
- Comunicación deficiente o dañina
- Falta de límites o normas excesivas
- Negligencia emocional o abuso
- Roles confusos o invertidos
- Ambiente de miedo, culpa o vergüenza
- Problemas no resueltos que afectan a todos
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Familia estructurada y desestructurada

Si bien en las tipologías de familia funcionales y disfuncionales hacen referencia a la calidad emocional y relacional, los conceptos de familia estructurada y desestructurada se centran en la organización interna y estructural del sistema familiar.
Una familia estructurada se caracteriza por tener una organización interna clara: existen roles definidos, reglas consistentes y una jerarquía familiar coherente. Esta estructura proporciona estabilidad, previsibilidad y contención. No obstante, una familia puede ser estructurada pero no necesariamente funcional. Por ejemplo, una familia con normas rígidas, autoritarismo y poca expresión emocional puede tener orden, pero generar sufrimiento o represión emocional.
En cambio, una familia desestructurada carece de normas claras y presenta confusión de roles, falta de límites o desorganización. Esta falta de estructura puede perjudicar el desarrollo emocional y psicológico de los niños, especialmente dentro de tipologías de familia donde no se promueven el orden ni el cuidado mutuo.
Dentro de este aspecto, también se toman en cuenta los estilos de crianza, como permisivo, autoritario, negligente y democrático.
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Conclusiones
La familia, en todas sus formas y estructuras, representa el núcleo fundamental en el desarrollo emocional, social y cognitivo de niños y jóvenes.
Identificar las tipologías familiares permite adaptarse a los cambios sociales, culturales y legales, dando lugar a una diversidad de modelos. En sí, el tipo de familia, su estructura o composición, no determinan el tipo de funcionamiento interno del sistema familiar. Es decir, una familia funcional, con vínculos afectivos sanos, normas claras y apoyo mutuo, favorece entornos seguros y protectores para el desarrollo integral.
Referencias
Comisión Nacional de los Derechos Humanos. (2018). Tipologías de familias jurídicas [PDF].